“Pepito”

Personajes

Por AF2Toral en 12 julio, 2020 • ( 2 comentarios )

José Diñeiro Franco, alias “Pepito”

Pepito, también conocido por “Ratita”, nació en Toral de los Vados un día del mes de enero del año 1952,  de la relación matrimonial de Domiciano Diñeiro Blanco († 1971) y Manuela Franco Barra (hija de Pedro Valencia),y de la que fueron fruto también Miguel . María de los Ángeles (fallecida en Quito (Ecuador) 2011) y Luis, apodado en Toral como “Pispis”, fallecido en el mes de noviembre de 2011.Tras la muerte de su madre (mayo de 1959) sufrió un gran trastorno psicológico que iba a ser determinante en su vida. Con poco más de 10 años se fue para Francia con su padre, allí permaneció unos 8 años y estudió el equivalente al bachiller español,  estudios que iban a reforzar su ya sobresaliente inteligencia”podría haber sido, académicamente hablando, lo que hubiera querido”. 

Antes de llamarlo el ejército para cumplir con su patria, se fueron él y Pablo Alvarado a él, más concretamente a la Marina, para la escuela de especialistas de la Armada. Antes de jurar bandera (“no les pintaba mucho”) y lo dejaron. Menos mal que no habían jurado bandera que si no, al final con las ayudas, menos mal, de Alvarado (padre de Pablo) no tuvieron mayores problemas. Cuando le tocó “ir obligado” cumplió el servicio militar en Astorga donde estuvo bien mirado por el Capellán Castrense, gracias a una novia que tenía Pepito  de aquella en Ponferrada, y lo pasó “dando clases a los que poco o nada sabían leer y escribir para que sacaran el certificado de estudios primarios”.

Durante unos años pasó los inviernos en Valencia donde, según se comentó -incluso de su propia boca- tuvo un hijo, y los veranos en Toral. Unos años más tarde ya se quedó definitivamente en Toral donde empezó a darse a conocer como un hombre lúdico /festivo /amatorio, sobre todo en esto último. ¡¡”Era un gigoló”¡!! . En Toral estuvo parando en casa de “Juan García” cuando éstos tenían una panadería. También vivió en una bodega de la familia “Franco” llegando a dormir incluso en un cesto carral (cesto que se ponían en los carros para hacer la vendimia) .

Por él se pirraban las mujeres. Por su cama o por las de ellas mismas pasaron muchas, tanto señoritas como señoras. “Era un hombre canalla y esos a las mujeres les encanta (no a todas)”.

Donde nunca triunfó fue trabajando, tuvo a su padre de sponsor durante varios años, éste ni llegó a coger el palo para darle al agua, gastaba todo el esfuerzo en pensar cómo prepararlas. Dentro de sus muchos y muy variados embolinados destacamos la venta del Hostal Canadá, y meanas con buenos chopos.

Pepito era un tarambana, pero, repetimos adjetivo, muy inteligente. En su devenir, pudo hacer daño a alguna persona, pero a quien hizo más daño, sin duda, fue a su persona. Otra de las cualidades positivas era la generosidad que mostraba con todo el mundo que le rodeaba cuando, sobre todo, daba siete u ocho caras, en las chapas. Cuando tenía money, primero se iba a una famosa tienda y cara de Ponferrada (Ibrahim), a ponerse elegante, que lo era, para después fundir el resto “con todo Dios”.

Podríamos seguir y seguir, pero, “vamos a dejarlo en paz”, que a él no le gustaban estos rollos. Las circunstancias nos obligaron a despedirnos de él un día del mes de septiembre de 1986, cuando un coche acabó con su corta pero intensa vida en Camponaraya.

P.D. este articulo ha sido posible, gracias a la colaboración de Miguel Diñeiro Franco, hermano de Pepito.

11/12/2012 — AF2

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